Reflexiones para la conferencia Mujeres de Ashtanga
“Empoderamiento y Sanación en la práctica de Ashtanga Yoga”
En primer lugar tengo que agradecer la oportunidad de poder ser parte de este encuentro, tan lleno de energía creativa, femenina y motivación por compartir un poco de nuestras visiones. Gracias Mariela, Mai y toda la organización.
Hoy les voy a hablar de dos conceptos que son probablemente el núcleo y motivación de mi trabajo “ empoderamiento y sanación”. Bien conocemos la práctica de ashtanga como un catalizador de nuestro bienestar personal, una herramienta valiosa para construir un cuerpo holístico vibrante, consciente, sostenedor de nuestros procesos de sanación. Sin embargo, ese ejercicio se vuelve mucho más amplio, dejando de ser únicamente personal, cuando llevamos la mirada al papel que tiene el cuerpo hoy en esta sociedad, y de qué manera el sistema/neoliberal/capitalismo/ se ha apropiado de nuestro más íntimo territorio, el cuerpo, transformándolo en un ente de producción y reproducción, provocando como resultado una hegemonía que silenciosamente ha ido apagando nuestro cuerpos, silenciando nuestra naturaleza, alejándonos de valores como la compasión ó la empatía.
Entonces, de qué manera se articula nuestra práctica cuando pensamos en que somos parte de un cuerpo ó tejido social?
La práctica se transforma en un ejercicio de recuperación y empoderamiento a través de conocer nuestros propios mecanismos, físicos, mentales y emocionales, en ese proceso eventualmente somos capaces de escuchar nuestra propia voz , de reconocernos nuevamente, lidiar con el dolor propio que también es parte de ese tejido social al que pertenecemos y viceversa, y así entender de qué manera nos paramos no solo en nuestro mat, si no ante nuestra sociedad ó incluso más importante y directo, nuestra comunidad.
Y vuelvo atrás, de qué manera toda esta intimidad que nos devuelve la práctica, esta suerte de metáforas y poesía que cargan las asanas, sobre cómo dejar de tener miedo de ser quienes somos, de no encajar, de no ser lo suficientemente buenos o eficientes en esta estructura, nos permite descubrir un espacio nuevo en donde es posible construir una realidad colectiva distinta a la que tenemos hoy.?
Resignificar nuestras prácticas como un ejercicio casi sociológico de re aprender a convivir, comunicarnos con nosotros mismos para poder comunicarnos con los demás, recuperar esa sensibilidad que nos hace capaces de ver a los demás alejados de la ilusión y las creencias de que hay algo que nos divide .
“La práctica de yoga es la práctica de la vulnerabilidad, y en ello el nacimiento de una honestidad colectiva”
La transformación de la que hablamos en la práctica de ashtanga yoga es producto del proceso de autoconocimiento y sanación, desde ese lugar nace el empoderamiento que va desde nuestra intimidad a la construcción de nuestras sociedades.
Cómo mujeres hoy estamos haciendo un trabajo colectivo importante de sanación, de recuperación de nuestro valor y papel en esta sociedad, una suerte de empoderamiento transversal y ese movimiento es resultado de una toma de conciencia de nuestro poder personal.
Somos muy afortunados de poder reunirnos hoy aquí a pensar, a reflexionar, esa es la inteligencia que debe despertar nuestra práctica, ampliar nuestra capacidad de discernimiento y ecuanimidad .
Somos muy afortunados de tener una práctica que nos sostiene sin necesidad de ninguna tecnología más que nuestros propios cuerpos, mantenernos cerca de la ritualidad como un ejemplo de resistencia ante la distancia que nos impone esta pandemia.
Practiquemos con devoción e inteligencia, lejos del miedo, cerca del amor.
Muchas Gracias!
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